jueves, 11 de noviembre de 2010

Qué duro es decir NO!

   Cuando te planteas la posibilidad de salir a una ciudad nueva piensas, no sé porque, que es la oportunidad perfecta para ver mundo, que habrá facilidades para viajar y para hacer planes que normalmente no haces. Así fue, a los pocos días de la llegada miles de planes rondaban ya el calendario escolar, miles de ilusiones que compensaban en cierto modo el estar aislado. El problema y la decepción llegan cuando te das cuenta que realmente no puedes realizarlos, cada vez que tienes que decir no te da un bajón enorme porque eres consciente de que te vas perdiendo una oportunidad que posiblemente jamás volverás a tener. Son renuncias de pequeñas cosas que se van amontonando y te van dejando inmóvil, viendo pasar el tiempo ralentizado y desde unos ojos que no son los tuyos. Lo verdaderamente curioso es que hubo un tiempo en el que razonaste y descubrirte que pasaría pero no lo sientes hasta que llega, hasta este momento no te das cuenta que realmente tenias ilusión y esperanzas, y es que no todo es tan insignificante como parece.

2 comentarios:

  1. Anaaaaa te llevaremos con nosotros a Lisboa, metete en mi mochila! Tu tranquila, que ya iremos a más sitios más adelante y seguro que vendrás. Mua

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  2. Qué más quisiera yo caber en una mochila...jajja

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